Hice un ejercicio para calmar la acidez de las empanadas. Viendo los retratos de variados filósofos me enfrenté a ellos tratando de no agregarle conocimientos previos, sólo lo que me decía el retrato. Sólo una opinión estética del rostro. Un silbido. Una primera impresión de suegra
Spinoza. Un ser seguro, pero sufriente, un paria, como un hijo único inmaduro. Un genio valiente.
Søren Kierkegaard. Un dandy, pero monosílabo, un galán angustiado inseguro, sin amor.
José Ortega y Gasset. Un vividor, culto en gastronomía mediterránea. Un hombre feliz al sol.
Xavier Zubiri. Un cura amargo, pero con dudas, buen hombre atrapado a veces, libre en otras
Henri Bergson. Un inquieto. Celoso de cada minuto. Pura pasión… geométrica
Martin Heidegger Un hombre inútil de lo grande que se ve . Un ser nuevo pero desviado. Un padre normal. Un tirano.
Hans-Georg Gadamer Un viejo simpático. Atento, nada más que inteligente.
Friedrich Nietzsche Un lobo. A la hora de la cena.
Gottfried Leibniz Un cuerpo oscuro, cerrado. Pesimista de tanto optimismo.
Hannah Arendt Hermosa e inteligente. Sometida voluntaria. Una flecha.
Johann G. Fichte. Indiscreto, agudo, valiente.
Michel Foucault Un enfermo, claro y reluciente. Hábil.
Edmund Husserl. Piel.
Jean-Paul Sartre. Un borracho de sus sueños. Un aquí
G. W. F. Hegel Un caballero extraviado en los humanos
Jacques Derrida. Un músico
Simone de Beauvoir Una princesa. Triste.
Friedrich Schelling Un fantasma
Ludwig Wittgenstein Un prócer expulsado, por si mismo
Gilles Deleuze Un hombre cansado
Walter Benjamín. Un maquinista de un tren oxidado
René Descartes Un tabernero borracho en el bar de la verdad
1 comentario:
genial...
Cioran: un desarraigado posando vestido con tres curiosas chaquetas de Swift
saludos
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